Los orígenes del Eneagrama se pierden en el tiempo. Sus raíces se anclan en alguna escuela del misticismo sufí, de hace dos mil años o más, y muy probablemente a esta escuela llega proveniente de tradiciones y culturas aún anteriores a la misma.
Desde principios del siglo XX, a partir de las
enseñanzas de Gurdjieff, famoso místico armenio, se ha venido desarrollando en
Occidente el estudio del Eneagrama, como una poderosa herramienta de
autoconocimiento y desarrollo personal y espiritual.
El Eneagrama está representado por una figura geométrica, estrella de 9 puntas, ubicando en cada uno de sus vértices 9 tipos de personalidad, que representan 9 expresiones o tendencias “esenciales” del Ser, y las dinámicas que se dan entre éstas, desde una perspectiva holística del desarrollo evolutivo de la psique y la consciencia.