Aunque la distinción conceptual entre ambas expresiones no proviene de su origen etimológico, porque desde este punto de vista son análogas, para comprender aún mejor mi enfoque así como los principios de la Meditación y del Mindfulness, vale describir la diferencia que algunos escritores han demarcado entre “consciencia” y “conciencia”, a partir de cierto momento de la evolución de sus significados.
Así,
algunos entendemos por “consciencia” la capacidad que tenemos de “darnos
cuenta” de los diversos estímulos sensoriales y procesos que discurren tanto en
nuestro mundo interno como en el ambiente próximo o distante que nos rodea.
Y por “conciencia”, aquello que nos lleva a comportarnos de acuerdo a ciertos valores y normas morales deseables por nosotros mismos y/o-socialmente aceptables, o que nos lleva a cuestionarnos por no hacerlo.