¿QUÉ ES CONEXIÓN INTERNA?
En mi enfoque, he definido Conexión Interna como;
"El
instante en que prestas atención, te observas, sientes y
captas tu estado interno
del momento."
¿Y para
qué sirve que te entrenes en
tu CONEXIÓN INTERNA?
Pues para lograr, cada vez más y mejor Conocimiento de ti mismo, lo cual a su vez te sirve para desarrollar/afianzar tu...
- Orden “interno”, claridad mental y consciencia emocional, bases de tu paz interna.
- Gestión y auto balance emocional.
- Capacidad para comprender y transformar favorablemente, a tu modo, ciertos desajustes de salud y patologías.
- Comunicación asertiva y coherente contigo mismo y con los demás.
- Comprensión, sensibilización y empatía hacia ti mismo y hacia los demás.
- Amor por quien eres, y desde ahí fortalecimiento psicológico y seguridad en lo que sientes, piensas, decides y haces.
- Confianza en ti mismo, hasta en el manejo de las propias limitaciones o debilidades. intrínsecas o temporales/ situacionales.
- Disposición para aceptarte y aceptar tus diferencias (de cualidades, criterios, vivencias, etc.) respecto a los demás, por tanto flexibilidad y apertura de pensamiento y juicios de valor.
- Autoafirmación en valores de vida y propósitos, y fortalecimiento de tu integridad e identidad personal.
- Habilidad para colocar límites y sostener valores, posiciones y decisiones personales conscientes, esto es, más tolerancia y cero resignación o permisividad pasiva (a costa del propio bienestar e integridad).
- Capacidad para tomar decisiones acertados, desde la claridad de criterios y la coherencia Ser, sentir, valorar, pensar, elegir, accionar
- Activación de tu sentido de trascendencia, al percibir, comprender y disfrutar la perfección de los ritmos de la naturaleza y del Todo en el que estamos inmersos.
PIENSA
EN ESTO: El espacio que eliges para conectarte contigo mism@ y desde ahí
emprender un fértil camino que te conduce a conocerte, comprenderte y
apreciarte cada vez más, merece que le des la prioridad, atención y dedicación
que corresponde… al fin de cuentas, se trata de trabajar por tu bienestar y la
vida que deseas.
¿CONSCIENCIA ó CONCIENCIA?
Aunque la
distinción conceptual entre ambas expresiones no proviene de su origen
etimológico, porque desde este punto de vista son análogas, para comprender aún
mejor mi enfoque así como los principios de la Meditación y del Mindfulnes,
vale describir la diferencia que algunos escritores han demarcado entre “consciencia”
y “conciencia”, a partir de cierto momento de la evolución de sus significados.
Así,
algunos entendemos por “consciencia” la capacidad que tenemos de “darnos
cuenta” de los diversos estímulos sensoriales y procesos que discurren tanto en
nuestro mundo interno como en el ambiente próximo o distante que nos rodea.
Y por
“conciencia”, aquello que nos lleva a comportarnos de acuerdo a ciertos valores
y normas morales deseables por nosotros mismos y/o-socialmente aceptables, o
que nos lleva a cuestionarnos por no hacerlo.
Por
ejemplo, cuando decimos que “estamos conscientes de cómo nos ha afectado
una situación”, queremos decir que nos hemos dado cuenta de los efectos de la
misma en nuestra vida. Sin embargo, cuando decimos que “estamos tranquilos con
nuestra conciencia”, de seguro pensamos que nos hemos comportado de acuerdo a
ciertos valores, considerados como aceptables, deseables, por nosotros mismos y
por aquellos grupos e instituciones que apreciamos.
De modo
que la “consciencia” es un área de cocimiento relacionada con la
Psicología y la Neurofisiología, mientras que el estudio de la “conciencia”
corresponde al terreno de las Filosofías de la existencia o de las
instituciones místico-religiosas.
Ahora
bien, desde mi muy particular punto de vista, considero que ambos conceptos
tienden a converger cuando emprendemos una ruta de desarrollo personal y
expansión de “consciencia”, a partir de nuestra Conexión Interna y de la
comprensión e integración de todos los procesos que surgen durante ese profundo
y enriquecedor viaje interno, hasta dar con “nuestras luces”, ese Centro que he
llamado el “Núcleo de Valores del Ser”.
Una vez
que sentimos y reconocemos este “núcleo” de nuestro Ser
Esencial, tendemos a ennoblecernos y a vivir de un modo cada vez más
centrado, saludable y trascendente, a favor de nuestro bien y el de todo
aquello que nos rodea… de acuerdo a nuestra “conciencia”. Esto es a lo que he
llamado “Trascender desde sí”, aquello de lo
que se trata, para mí, la verdadera espiritualidad. Puedes revisar los
programas específicos que te ofrezco en estas áreas en la página TEMAS DE TRABAJO INTERNO, puntos "Conoce
tus fortalezas esenciales" y "Activa tu
Eneagrama Evolutivo".
A través
de mis años de ejercicio acompañando a mucha gente en esta ruta, he observado
con gran placer cómo ocurre esto una y otra vez, en los casos en que la persona
elige el conocimiento de sí misma como base y guía de su camino de vida, no de
un modo teórico sino vivencial… Tal vez es por todo esto que grandes maestros espirituales de la humanidad así lo han sugerido…
¿Para qué conocerte a ti mismo?
El
conocimiento de sí mismo, como yo lo concibo, es un proceso dinámico que inicia
aprendiendo a viajar hacia adentro, para explorar desde cómo hemos sido
“configurados” por nuestras memorias y aprendizajes hasta cómo eso incide en
nuestros pensamientos, actitudes y accionar actual, ensayando una y otra vez el
ser cada vez más “conscientes”, es decir, el “darnos cuenta” en cada momento
presente, de los diversos estímulos sensoriales y procesos que discurren tanto
en nuestro mundo interno como en el ambiente próximo o distante que nos rodea.
Este proceso es lo que llamo “expansión de consciencia”.
En este
camino, en la medida en que accedemos cada vez más a las profundidades de
nuestro “Yo interno” o “Inner self”, en algún momento conseguimos lo que he
denominado “el Núcleo de Valores del Ser”. Y
como ya te comenté arriba, en el punto ¿CONSCIENCIA
O CONCIENCIA?, una vez que conectamos ese Centro de nuestro “Yo
profundo”, tendemos a ennoblecernos y a vivir de un modo cada vez más centrado
y trascendente, a favor de nuestro bien y el de todo aquello que nos rodea, es
decir, de acuerdo a nuestra “conciencia”.
Cada
persona es una configuración sui generis,
muy especial, única, que integra dentro de sí sus rasgos y tendencias
esenciales, su carga genética y su temperamento, sus memorias, aprendizajes y
creaciones originales, a lo largo de su historia de vida.
De modo
que, desde el punto de vista psicológico, el conocerte cada vez más a ti mismo te
permite re-leer tu historia de vida, interpretarla y comprenderla de modos más
cónsonos con el devenir de tu existencia, identificar tus cualidades, capacidades,
fortalezas, dones, además de facilitarte elegir qué afianzar, qué cambiar, qué
proyectar y hacia dónde dirigir tu vida. Y en esto reside la clave de tu
bienestar, de tu desarrollo integral y de la calidad de tus relaciones.
En la medida
en que conocemos mejor todos estos aspectos de nuestra “configuración”,
logramos comprendernos, comunicarnos y comportarnos de una manera cada vez más
favorable respecto a nosotros mismos y nuestras relaciones. Asimismo, desarrollamos
nuestra capacidad de fijarnos metas y propósitos de vida coherentes respecto a
quienes somos, todo lo cual realmente nos va colocando en caminos de bienestar
y realización personal.
El
practicar nuestra Conexión Interna y el
“darnos cuenta”, de modo espontáneo, como parte natural de nuestras actividades
del día, nos “centra”, nos hace cada vez más atentos y perceptivos “hacia
adentro” y “hacia afuera”. En este sentido, “sentirnos” puede alertarnos, por
ejemplo, sobre algún malestar, síntoma u otro indicador de riesgo de nuestra
salud física, o puede conectarnos con la información de alguna emoción para
orientarnos acertadamente en escenarios de vida relevantes para nosotros. En
cuanto a esto último, te ofrezco más información en la entrada ¿Qué es Inteligencia Emocional?
Por otra
parte, el estar atentos “hacia afuera” y desde lo que conocemos de nosotros
mismos, nos permite desarrollar cada vez más y mejores habilidades para
comprender a los demás en los diversos escenarios en los que vivimos…
Y más
allá del mundo de nuestras actividades y relaciones personales y sociales,
tendemos a sentir y comprender cada vez más la perfección de los ritmos de la
naturaleza y del Todo en el que estamos inmersos. A partir de este momento, tu
mente nunca más regresará a la estrechez que tenía al inicio de este camino, lo
cual, entonces, abrirá las fronteras de tu sentido de trascendencia. Para mí,
esta senda es la de la verdadera espiritualidad. En cuanto a esto último,
puedes profundizar tus reflexiones, leyendo lo que te describo en las entradas El Núcleo de Valores de Ser y Trascender desde Sí, Fortalezas Esenciales
y Eneagrama Evolutivo.
Quien
mira hacia afuera, duerme;
y quien mira hacia adentro, despierta.-
Carl
G. Jung
Ahora
bien, quiero que comprendas que el conocerte a ti mismo no es una tarea tan
sencilla como pareciera, ni es proceso de un día. Este camino requiere
entrenamiento para mantenerte en contacto contigo mism@ desde esa noble
disposición que te lleva constantemente a observarte, lo cual exige disciplina
y orden interno. Sólo así irás “iluminando” tus “sombras”, es decir, aquello
que no ves porque bloqueas o sencillamente desconoces, para comprenderlo, aceptarlo,
integrarlo y manejarlo conscientemente.
Para esto
cuentas con las diferentes opciones terapéuticas en las que puedo apoyarte.
Revisa la página TEMAS DE TRABAJO INTERNO y tendrás una idea más clara acerca de las mismas.
En todo
caso, y más allá de las connotaciones que en nuestra cultura tienen las
palabras “entrenamiento”, “disciplina” y “orden”, quiero decirte que el
conocerte a ti mismo es el camino de retorno a ti, el regreso a tu hogar
interno y a la reconexión con el amor por quien verdaderamente eres, lo cual te
brindará cada vez mayor bienestar, regocijo y placer de vivir.
Así que
ésta es mi invitación para ti…
Conócete
y activa tu capacidad de identificar lo que sientes,
comprender lo que
realmente necesitas y sanar/accionar
a favor de tu bienestar y del sentido de
tu vida.
¡Entrénate
en tu Conexión Interna!
YO ESENCIAL vs.
YO EXISTENCIAL
Comprender la diferencia entre el Yo Esencial y el
Yo Existencial, cuando en mi enfoque hablamos de los diferentes niveles de tu
Yo Interno, facilita comprender aún mejor el por qué y para qué de mi trabajo
de acompañamiento y las técnicas que he elegido para desempeñarlo.
Intentaré
entonces mostrarte la diferencia de ambas expresiones a través de algunas
reflexiones sobre un relato del libro de Anthony de Mello “La oración de la
rana”.
“Una mujer estaba
agonizando. De pronto tuvo la sensación de ser llevada al cielo y presentada
ante un Tribunal.
-¿Quién eres? -dijo una
Voz. -Soy la mujer del alcalde -respondió ella.
-Te he preguntado quién
eres, no con quién estás casada. -Soy la madre de 4 hijos.
-Te he preguntado quién
eres, no cuántos hijos tienes. -Soy una maestra de escuela.
-Te he preguntado quién
eres, no cuál es tu profesión.
Y así sucesivamente.
Respondiera lo que respondiera, no parecía dar una respuesta satisfactoria a la
pregunta ¿quién eres?
-Soy cristiana. -No he
preguntado cuál es tu religión, sino ¿quién eres?
No consiguió pasar el
examen y fue enviada nuevamente a la tierra. Cuando se recuperó de su
enfermedad, tomó la determinación de averiguar quién Era. Y todo fue
diferente.”
Ahora,
piensa en esto: Si cambiases tu nombre, tu nacionalidad o tu religión, o perdieses
algún bien, o eligieses expresarte de maneras muy diferentes… dejarías de ser
tú? … dejarás de Ser?
La
clave de reflexión para esta respuesta está en el Ser Esencial. No se trata de
“ser un personaje”, ni de “tener” cosas... ni de la nacionalidad… ni de
“practicar” esto o aquello… sino, simplemente, Ser.
Cuando me refiero entonces a tu Ser Esencial y al Núcleo de Valores del Ser, te hablo del nivel de
tu Yo profundo que subyace al ropaje que vamos adquiriendo a través de nuestra educación,
experiencias, aprendizajes de vida y posesiones. Y cuando me refiero a tu Yo
Existencial, estamos hablando del ropaje llamado “personalidad”, que funciona
como un “Yo Instrumental”, el cual te permite comunicarte y accionar en el
mundo, pudiendo éste estar en coherencia respecto a tu Yo Esencial, o no.
Para “atravesar” todas las “capas” de memorias,
aprendizajes y creencias que niegan o subestiman la conexión con tu Ser
Esencial y su fuente de salud, vitalidad y sabiduría, recuerda que siempre tienes la opción de emprender el programa de acompañamiento terapéutico que mejor se ajuste a tus requerimientos y afinidades.
¿QUÉ ES COHERENCIA?
Tenemos
un “vehículo” cuerpo-mente perfectamente equipado: cada una de nuestras
“piezas” y herramientas tienen un sentido y valor único para cada uno de
nosotros.
En la
medida en que te conozcas más, comprenderás mejor tu juego único de “piezas”, y
podrás intencionadamente lograr cada vez más COHERENCIA, desplegando la versión
más completa e integrada de ti mismo, creando experiencias y rutas de vida cada
vez más plenas, gratificantes y saludables.
Se trata
de elegir, conscientemente, dedicarte a
conocer, desarrollar e integrar tu Ser, quien eres verdaderamente, y tus capacidades,
especialmente tus fortalezas:
- Racionales, tus herramientas para crear tus mapas de rutas de vida: análisis, lógica, cálculo, ordenamiento, planificación;
- Creativas-afectivas, tus herramientas para elegir desde el sentir y activar tu voluntad de realizar/conseguir lo que deseas: tu inteligencia emocional, relacional y ecológica;
- Esenciales: tus virtudes, dones, tendencias naturales, gustos, afinidades, aquello que define la configuración de tu Ser Esencial, y que desarrollas desde tu inteligencia espiritual o trascedente, tu sabiduría elemental…
…e ir
cerrando brechas entre los distintos aspectos de LO QUE ERES-PUEDES--SIENTES
-PIENSAS -DICES-HACES, siendo cada vez más COHERENTE.
Para mí, el camino de Conexión Interna, reconocimiento y expresión del Yo Esencial, y el proceso continuo de alineación coherente entre éste último y nuestro Yo Existencial o personalidad, es el camino que nos conduce progresivamente a nuestra Realización y Plenitud.
He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.-
Tomado de las enseñanzas de Saint Exupèry, en El Principito.
Entrena tu
Conexión Interna… Conócete más.
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