miércoles, 29 de marzo de 2023

INFIDELIDAD vs. LEALTAD EN LA PAREJA CONSCIENTE/ Entrevista



 


A continuación te transcribo una entrevista que me realizaron hace algún tiempo en una prestigiosa agencia multimedia. Si te llamó la atención el título de este artículo, de seguro conseguirás respuestas relevantes para revisar y recrear tus criterios, actitudes, decisiones, compromisos, libertades y demás aspectos de tu vida de pareja… en el camino de expansión de tu consciencia, desde tu conexión contigo mism@, tu CONEXIÓN INTERNA.

- ¿Cuáles son los tres tips que debemos tomar en cuenta para manejar el "pasado" de nuestra pareja?


En primer lugar, si la razón fundamental de nuestra unión es el amor, es importante centrarnos en los aspectos fuertes que nos vinculan a nuestra pareja y que son la base del inicio, del presente y de las vías de consolidación de la relación; es decir, centrarnos en los afectos positivos que nos inspira nuestra pareja, los rasgos de su carácter que nos gustan y atraen, los momentos de compartir que nos satisfacen, etc. Se trata de conectar con todo aquello que nos llevó y nos lleva a elegir compartir un buen espacio de nuestra vida íntima con esa persona, es un buen ejercicio de reflexión para recordar el origen de nuestra elección y los motivos por los cuales la nutrimos en nuestro presente y deseamos trabajar por consolidarla.

En segundo lugar, podemos echar una miradita de vez en cuando a nuestra propia historia, y buscar comprender cómo ésta nos ha "configurado" nuestras tendencias a relacionarnos con los demás, y en especial con nuestra pareja. Esto facilita la comprensión "desde mi centro" de cómo nuestro pasado es un aspecto importante de quiénes somos y cómo nos comportamos en nuestro presente, conjugando tanto las lecciones aprendidas que integramos de nuestros procesos de relación, como las "zonas oscuras" que aún no vemos y que desde la relación de pareja pudiéramos comenzar a ver, a través, por ejemplo, de lo que nos crea conflicto, enojo, dudas, emociones aflictivas (tristeza, angustia, etc.).

Podemos trabajar en estas "zonas oscuras" desde sus orígenes, primero, internamente. Estas preguntas pueden orientarnos:

1. ¿Qué cosas he vivido que me han sensibilizado ante este lenguaje/ actitud/ comportamiento que observo en mi pareja? 

2. ¿Cuáles emociones me detonan estas situaciones, al igual que en las circunstancias pasadas que siento análogas?

3. Si admito y valido mis emociones: ¿Qué pueden estar transmitiéndome? ¿Sobre qué me alertan? ¿Qué decido hacer con esa información en este momento de mi vida y en esta relación?

Más conscientes ahora de nuestras propias propensiones, podemos trabajar con nuestra pareja a partir de la comunicación honesta, “descriptiva- no crítica- no cuestionadora”, acerca de lo que nos está ocurriendo, sin culpabilizar e invitando al apoyo mutuo desde el amor.

Por otra parte, a la par de ejercitar estas prácticas, podemos intentar mirar cómo nuestro compañer@ vive procesos similares. De este modo, es posible que se "relajen" nuestros juicios de valor en torno a "su pasado" y muy probablemente nos haremos cada vez más comprensivos, más empáticos, lo cual nos permitirá admitir (en lugar de cuestionar) su historia personal y liberarnos de buena parte de la carga de tensiones que nos generaba nuestro rechazo y aprehensión ante sus realidades y vivencias.

Finalmente,  en tercer lugar, específicamente en cuanto al "pasado de mi pareja con terceros" cabe recordar que, en las relaciones siglo XXI- mundo occidental, es casi imposible que alguien llegue a una relación "químicamente puro" o “virgen” o sin compromisos previos. En este sentido, casi nunca se disuelven o reacomodan instantáneamente los vínculos con terceros al inicio de una nueva relación. En este caso, lo que procede es ir alimentando nuestra conexión de pareja desde la afectividad positiva y las gratas vivencias conjuntas, invitar y desarrollar la mutua comprensión, el diálogo asertivo, respetuoso, honesto, y monitorear en el camino conjunto cómo se va dando progresivamente el “reacomodo” de terceros, mientras se consolidan las bases de la relación de pareja, proceso que pudiera durar algún tiempo.

Ahora bien, si aún enfocándose y trabajando en los puntos anteriores, se presentan situaciones recurrentes de difícil manejo, relacionadas con el "pasado" de cada quien, si éstas se van acentuando en el tiempo y si la pareja no logra los aprendizajes conjuntos y los cambios requeridos en cada quien y en la relación, es importante buscar ayuda procesional que medie y facilite tales procesos. Un buen Psicoterapeuta calificado para ello en esta área, puede ser de suma utilidad.

- ¿Cómo manejar la curiosidad a husmear en los asuntos personales de la pareja?


Pues... respirando profundamente unas 25 veces antes de incurrir en la intromisión, en la invasión de terrenos de absoluta intimidad de nuestra pareja. Cuando respiramos, nos centramos en nuestro Ser interno, y si lo hacemos durante unos minutos y profundamente, logramos disminuir la ansiedad que nos está llevando a una pauta de actitud o de conducta inadecuada.

Muchas veces esta ansiedad que lleva a irrumpir en documentos, redes sociales, correos, de la pareja, viene de situaciones de desconfianza que ya tienen algún tiempo activas en la relación, y que no se han logrado resolver.

De modo que es preferible trabajar en la recuperación de la confianza, bien sea que su pérdida provenga del propio pasado personal aún no resuelto (por ejemplo, cuando permanecen "vivos" fantasmas de relaciones anteriores que "sembraron" desconfianza), bien sea que provenga de vivencias actuales de la pareja (sospechas, situaciones previas vividas en la relación presente no integradas de modo adecuado, etc.).

En este último caso, el trabajar en la recuperación de las bases de la confianza (sea entre los dos, o buscando acompañamiento profesional), representa un aporte mucho más valioso para la relación, que el incurrir en comportamientos que van a traer consecuencias conflictivas, y que lejos de resolver los temas de fondo de la relación, pudieran empeorarlos.

- ¿Es posible ver el pasado de la pareja como algo positivo y no sentirse afectado?


Por supuesto que sí, en tanto el conjunto de vivencias previas y memorias que configuran a cada miembro de la pareja, representen aprendizajes integrados que faciliten los procesos de relación y de vida en general. Y si no se ha logrado esto, vale asumir estas vivencias previas como aspectos de trabajo personal que pudieran ser apoyados por el compañero desde la comprensión y el amor, o por un buen Psicoterapeuta en caso de requerirse. Lo cual, en todo caso, conlleva a que ambos miembros de la pareja sean mejores y más saludables personas, dado que la ruta que sugiero es la del crecimiento personal y conjunto desde el apoyo mutuo.

- ¿La infidelidad es un error o se planifica?


Los orígenes de la infidelidad son muy diversos, y dentro de esta diversidad es difícil etiquetar como un "error" tal tipo de elección (la de permitirse una relación paralela).

Por lo regular, en las relaciones fundadas en el amor, la incursión de un tercero obedece a situaciones personales o de pareja no resueltas, como, por ejemplo, entre un sin fin de posibilidades más: insatisfacciones, inseguridades, enojos no integrados adecuadamente y las consecuentes revanchas, condicionamientos socioculturales -por ejemplo, el requerimiento del macho de contar con más de una mujer, o de la hembra que se “machifica” y que requiere a más de un hombre-, aprendizajes de modelos parentales -cómo se comportaba papá o mamá-, etc.

Obviamente, en estos casos, lo que procede es la observación e indagación dentro sí mismo y/o referida a temas inherentes a la pareja, e intentar resolver desde la raíz los orígenes de la "infidelidad", en lugar de quedarse "pegados" en la etiqueta cuestionadora de "eso fue un error/ traición imperdonable". Insisto, este último es el tipo de pautas que lejos de resolver hacia el bienestar el curso de la relación, pueden llevarla en la dirección contraria.

En cuanto a la "planificación" de una infidelidad, digamos que si no se trata de una persona con rasgos psicopáticos, quien distorsiona el curso saludable de las relaciones por su necesidad de controlar, obtener autosatisfacción a través del otro sin tomar en consideración su vivencia, sin empatía, etc. el tema pudiera encajar dentro de otros motivos (según los que apunté arriba: insatisfacciones, inseguridades, enojos no integrados adecuadamente, etc.) cuyas raíces psicológicas y socioculturales es siempre preferible explorar y re-encauzar, si las bases de la relación se fundan en el amor y si existe de manera sentida y mutua el interés genuino por re-crear una ruta saludable de bienestar en la pareja, eligiéndose ambos nuevamente.

- ¿Realmente se puede perdonar una infidelidad?


Visto el asunto desde el ángulo que sugiero, no se trata de "perdonar" sino en el fondo de resolver internamente y en la relación los motivos que llevaron a la elección de terceros.

En este sentido, a mí, particularmente, se me queda corto el concepto de "infidelidad". Luego de una larga trayectoria como Psicoterapeuta, yo prefiero hablar de "lealtad" al vínculo que unió y mantiene unida a la pareja, dado que desde allí es mucho más fértil el trabajo que se desarrolle en conjunto y las decisiones que se tomen.

La "estrechez" del concepto de "infidelidad" que refiero se observa de modo especial al aplicárselo a la pareja cuando ésta accede a “tentaciones” ocasionales (por ejemplo, tener sexo con un tercero, mediado por efectos contextuales -alcohol, insistencia del tercero o del grupo social, etc.); y a veces puede ser calificada así tan solo por ceder al regocijo visual de observar el atractivo de terceros, sin ir a más (sexo, conexión afectiva, relación etc.). En este terreno, cuando hablamos de ese tipo de pasiones y atracciones físico-químicas contextuales-ocasionales, por lo regular lo afectivo no se compromete y pudiera ser hasta comprensible una eventual "desviación" de este tipo, desde el punto de vista hormonal y hasta instintivo, más allá de lo social.

En todo caso, el estar siempre conscientes de las consecuencias que pueden tener en la pareja las decisiones que se tomen en estas situaciones, el estar conscientes de lo que se desea alimentar en la relación y el considerar la lealtad al vínculo que los une, puede facilitar el gestionar adecuadamente y re-orientar este nivel de funcionamiento básico, biológico, poco consciente, que a todos nos puede tomar por asalto alguna vez; o, de ser el caso que se haya elegido alimentar una relación paralela que "compita" en afectos, la invitación es a indagar los motivos personales, evaluar tal decisión y honrar la lealtad a estos vínculos, incluyendo en "la ecuación de tres" la consideración del sentir, criterios, valores, etc. de cada un@ de los involucrados, de la manera más respetuosa y honesta posible, asumiendo la propia responsabilidad y trabajando en lograr coherencia entre lo que se siente-piensa, se decide y se hace.

Por supuesto, estas cosas se dicen fácilmente aunque implican un esfuerzo importante en lograr conectar y administrar adecuadamente el abanico de emociones intensas en cuestión. En este sentido, solo puedo apuntar que sí es posible hacerlo, y que en el caso de perder el manejo o simplemente no saber cómo lograrlo, siempre está la opción de buscar el apoyo de un profesional calificado que acompañe y facilite los procesos en cuestión.

- ¿Es sano que la pareja continúe luego de una infidelidad?


Desde la perspectiva que he ofrecido a lo largo de mis reflexiones hasta aquí, definitivamente sí, de asumirse el tema como una oportunidad de trabajo interno de cada quien, para realizar los propios balances de vida, integrar aprendizajes, madurar aún más, identificar las actitudes y comportamientos deseables enfocados en resolver situaciones que limitan el bienestar personal y el de la relación, realizar los cambios personales y de la relación requeridos por ambos, y elegir continuar sobre bases más sólidas de comprensión mutua y de confianza en sí mismos y en el otro.

Eso sí, todo esto vale sólo si en el transcurso de todos los procesos de trabajo interno que he descrito, entre los descubrimientos de cada quien, permanece la conexión y el sentir del amor de pareja por el otro, a quien se elige nuevamente como compañero de vida, de modo más consciente y responsable. Si, por el contrario, los afectos cambian, o si definitivamente ya no hay amor, y esto se ha determinado una vez despejado de emociones conflictivas y aflictivas el espacio interno, pues, pierde sentido la unión de pareja, y tal vez sea tiempo de integrar las lecciones de cierre de ciclo con esa persona.

Y, por cierto, desde esta perspectiva, no es la infidelidad, per se, causa del fin del amor, más bien pudiera asumirse esto a la inversa: el deterioro del amor sí que puede ser uno de los motivos posibles de “infidelidad”. Solo comprendiendo bien de lo que se trata cada una de nuestras historias, es que podemos, en cada situación, tomar decisiones acertadas.

¿Estás de acuerdo? ¿Qué te dice tu experiencia de vida? Reflexiona, y amplía tu mira desde lo profundo, desde tu honestidad, desde lo que has vivido tú y has observado en otros... te sentará muy bien ;)



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