viernes, 2 de abril de 2021

¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE EL MINDFULNESS?


Los orígenes de las técnicas de aquietamiento y expansión de consciencia se ubican en tiempos remotos. En el budismo zen y otras prácticas milenarias del misticismo oriental y occidental, encontramos una excelente expresión de las mismas, siendo éste un camino fértil de integración cuerpo, mente-emociones y espíritu.

El término “Mindfulness” se ha traducido como “Atención plena” o “Consciencia plena”. Es una expresión que intenta definir nuestra capacidad para observar y reconocer nuestra experiencia presente.

Cuando no estamos entrenados en conectarnos con nosotros mismos, en nuestro presente, usualmente nuestra mente divaga entre pensamientos sobre sucesos pasados o futuros posibles, preocupaciones y fantaseos, perdiendo así el contacto con lo que está pasando dentro de nosotros aquí y ahora.

Esta capacidad de auto-observación enfocada, atenta, consciente, es fundamental ya que nos permite identificar cómo nos sentimos cada vez, física, psicológica y energéticamente, en diversas situaciones, lo cual, en principio, nos permite tomar decisiones más adecuadas respecto a nuestros estados de salud y bienestar.


Beneficios de practicar Mindfulness

Las técnicas de Mindfulness han sido reconocidas e integradas al campo de la Medicina y la Psicología desde mediados de los años 80, como una manera efectiva de incrementar la consciencia de sí mismo, y desde ahí, aprender a reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y otras alteraciones y desbalances, contribuyendo al mejoramiento del estado de salud y bienestar, en general.

Estudios realizados por instituciones clínicas y académicas especializadas, en grupos y pacientes individuales, han arrojado resultados significativos en diferentes áreas de la salud y calidad de vida. En síntesis, podemos decir que:

En cuanto a la salud psicológica, permite re-estructurar gradualmente nuestro estilo de pensamiento de modo más ordenado y a tono con nuestras vivencias y las realidades de nuestros diferentes escenarios de vida, así como la identificación, compresión y manejo de las propias emociones y las de los demás, lo cual se traduce en diferentes indicadores de bienestar.

De acuerdo a los estudios clínicos especializados hemos encontrado que, psicológicamente, la práctica regular de Mindfulness:

  • Disminuye los niveles de ansiedad y distrés (estrés improductivo, no saludable),
  • Disminuye las obsesiones del pensamiento “rumiativo”,
  • Favorece la “flexibilidad de pensamiento” y la creatividad,
  • Favorece las respuestas afectivas placenteras,
  • Favorece el sentido y al percepción del bienestar,
  • Mejora la memoria a corto plazo,
  • Mejora la atención y la concentración,
  • Disminuye la “reactividad emocional”, y
  • Mejora la capacidad para relacionarse, entre muchos otros beneficios.


En cuanto a la salud corporal, mejora algunos aspectos y disminuye síntomas de afecciones en:

  • El sistema cardiovascular,
  • El sistema respiratorio,
  • La respuesta inmune y las alergias, y
  • El sistema osteomuscular.


De modo que, desde el punto de vista de nuestra salud integral, incorporar a nuestra cotidianidad la práctica de la atención plena es una excelente inversión. Bien lo valen tanto la reducción de síntomas físicos y el mejoramiento de la funcionalidad en el caso de tener alguna vulnerabilidad o afección orgánica crónica o aguda, como el incremento de los niveles de bienestar psicológico y calidad de vida personal y relacional.

Permitirte un espacio-tiempo programado única y exclusivamente para entrenarte en estar en conexión contigo mismo, desde adentro, representa una de las mejores decisiones de tu vida, a favor de tu salud y bienestar. Así que, de conectar con esta motivación, no dudes en responderte, de seguro, te sentará muy bien.



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